En mis ratos libres, encuentro consuelo en la pirografía, una afición que combina creatividad, paciencia y las propiedades terapéuticas del fuego. Disfruto seleccionando la madera perfecta, dibujando mi diseño y grabando cuidadosamente cada línea y patrón con mi soplete. El resultado es una obra que refleja mi personalidad y es un tema de conversación entre amigos y familiares. La pirografía me ha enseñado el valor del trabajo lento y deliberado, la importancia de prestar atención a los detalles y la satisfacción de crear algo único y hermoso. Es un hobby que me acerca a la naturaleza, estimula mi creatividad y enriquece mi vida con nuevas experiencias y recuerdos.