La música ha sido mi compañera de vida, una pasión que comenzó con mis primeras clases de piano. A lo largo de los años, he perfeccionado mis habilidades, explorado varios géneros y encontrado consuelo en el poder expresivo de la música. Tanto si toco sonatas clásicas, estándares de jazz o baladas pop, siempre estoy desafiado, inspirado y satisfecho. El piano me ha enseñado paciencia, disciplina y la importancia de la perseverancia. Es un hobby que me acerca a mis emociones, fomenta mi creatividad y enriquece mi vida con nuevas experiencias y recuerdos. Aprecio los recuerdos de mis maestros, la camaradería de mis compañeros músicos y la alegría de compartir mi música con los demás. El piano siempre será mi compañero constante, mi refugio y mi musa.